Pasión en el sudor de una copa.


Encarcelado, reo de sus miedos
observa como un vaso colmado de néctar helado
suda
lagrimea un líquido transparente.

Con un dedo, rebaña esta exudación y lo lleva curioso a su lengua.
En el breve recorrido que alcanza de su mano a su boca
imagina qué sabor tendrá.

¿Será acidez que erizará su piel?
¿Será dulzura lo que su paladar aprecie?

¿Será amargo como un negro poso de café,
y ese amargor tendrá una pizca de sal?

Si es así..
¿Al lamer su dedo creerá que es el cuello de su tierna y salvaje amante, con la sed que trae consigo,
con ese olor a piel fresca y de templada temperatura que le hace salivar de deseo?

Y el húmedo dedo llega al aliento que corre entre sus dientes,
y asoma su lengua asustada por no encontrar ese agradable recuerdo.

Cuando ya está cerca de su objetivo, ese grano líquido se escapa de su recipiente.

Pero el sonríe, ¡fantasear con una menudencia así..!
Será que ella es todo eso que le inspira engrandecer cualquier ‘nada’ que encuentre.

Aprisiona en su mano aquel vaso sudoroso y decidido lo alza en un brindis con la soledad que ella le ha regalado para que se ordene o ‘caotíce’ con él mismo.

¡ soledad acompañada de su imagen!, que irónico resulta.

Ahora mira a la mesa que se encuentra a su lado, una chica hermosísima, digna de ser observada, pero… no es ella.

No es SU cabello el que luce,
ni son los ademanes al hablar con su compañera parecidos en nada a la que el piensa cada momento,
ni aparece esa mirada dulce, tierna, pícara y llena de amor en esa desconocida.

Media sonrisa asoma ahora, tantas mujeres parecidas pero…¿ninguna otra habrá igual?

¿No habrá quien con terrones de hielo erice su piel desnuda,
o que se unte en aceites perfumados para que sus palmas recorran cada centímetro oscuro o turgente de su anatomía?

Seca el sudor que produce en su frente esas imágenes revividas.

Otro sorbo para humedecer su paladar seco.

Cada ‘vaivén’ de la puerta hace que se vuelva con brusquedad buscando esos pasos que anhela.

Y mira de nuevo el teléfono, no hay noticias nuevas que le aporten un encuentro que ya desespera.

Harto de su soledad, vacía su copa de un trago.
Emprende camino a su hogar.
....................................

Un sonido le hace despertar de su fantaseo consciente..
- No puedo más, quiero verte.-

¡¡¡Adiós soledad!!!

Resérvame algún momento de tu existencia, pero ahora, huye…
Maldeciré las horas que hoy me acompañaste.

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