Me despido amados súbditos...Fdo. Vuestra Reina.

Ráfagas de viento despeinan a los  viandantes,

heladoras briznas de poder socaban al ser más poderoso de una tierra muerta,

hastiadas figuras acercan sus pasos al fastuoso rey.
Huesos secos que muestran unas carnes derretidas..

su apoyo,
espadas forjadas en sangre de un ficticio enemigo.












Suplican clemencia
pero el "Oh todo poderoso Rey de mi reino"
inclina su pulgar al yermo suelo.

Serán sacrificados en nombre de su derrota.

Valientes hombres sin esperanza se inclinan ante él esperando su cruel destino;

Mujeres de ojos secos por los llantos perdidos
suplican benevolencia,

sus palabras desaparecen con la tormenta de arena que los fieles guerreros levantan con cada paso

y hay dolor,
un enorme dolor que rompre toda regla conocida.

Serán despedidos sin vítores
no ondearán banderas por ellos.

¡ay de los diligentes!
moriré por salvaros,

porque los amo,

porque demostraron cuán magnífica es su tenacidad;

porque lucharon por mi, su Reina

porque defendieron con firme devoción mi honor y mi persona.

Es hora de hacer frente a mi consorte

-¡Amados míos!,
 que la daga que porta el que será mi verdugo
os sirva como recuerdo de la admiración y ternura que os profeso.











Mi espíritu os protejerá del alba hasta el ocaso.
Velaré vuestros sueños hasta el fin de los días.


("Soñé que era Reina", no siempre la inspiración se
presenta en la consciencia cuando brilla el sol)

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